miércoles, octubre 29, 2008

Unas horas antes...

- En un lugar de mi mente, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hombre que se creía sano, de los de lanza en astillero, reivindicativo, enfermedad antigua, cuerpo mismo y rocín flaco, galgo corredor.

- Vuestra merced recita hermosamente las leyendas.

- ¡Ay Sancho mío! ¿Cuál leyenda?

- La que acabáis de empezar mi buen señor.

- ¿Leyenda decís escudero?

- Si mi señor.

- Os nublan las entendederas el ardor de los adornos, mi buen Sancho, pues entre líneas escondo mi mal…









Hoy día 29 de Octubre de 2008 tengo cita con el internista a las 18:40.

Os preguntaréis por qué os cuento esto, o quizá no, no lo sé, pero me apetecía dejar plasmado el sentimiento que estoy experimentando horas antes de obtener los resultados de unas pruebas que me preocupan y por otro lado todos los planes que tengo para plantar cara a mi enfermedad, y es que lo que tengo claro es: que no me voy a dar por vencida tan fácilmente, voy a presentar fiera batalla.

Las pruebas que me han hecho han sido para descartar otras enfermedades, una analítica para saber algo a cerca de los ganglióxidos, o eso me pareció entender. y bueno, nuevamente corrientes y augitas, aunque esta vez pude librarme de las aguitas, pero en cambio, donde antes no se apreciaba ninguna señal de daño en el nervio, ahora si se aprecia; lo que quiere decir que no estoy regenerando, si no que estoy, o en este caso sería mejor decir que están degenerándose los nervios.

Mi mente bulle, por una parte, la negativa, piensa en lo peor y se pone en situación para recibir una mala noticia. Mi cuerpo cambia, se tensa, siento un cosquilleo infernal en la nuca que se extiende a las clavículas y los hombros, es un hormigueo frío que te hace sentir miedo, por otra parte mis dientes están apretados y a mis pulmones le cuesta demasiado concentrar dentro de si el aire suficiente como para funcionar regularmente, noto su ritmo acelerado, acompasado a un corazón que también palpita a su ritmo, sintiendo y demostrando que él también se embriaga de mi miedo.

Por otra parte,cuando me planteo la parte positiva, tengo miles de ideas para exponerle a mi médico, pero he de reconocer que la parte negativa a veces golpea duramente a la positiva y ocupa más espacio que ésta, pero bueno, a lo que íbamos. Entre esos planes está el que me haga una prueba de intolerancia alimentaria, para descartar de una buena vez los alimentos que puedo ingerir y los que me causan daño. Y después, preguntarle qué tiene pensado hacer, que no me veo el resto de mi vida dependiendo de calmantes que tarde o temprano no me harán nada, porque el organismo es muy sabio, y pronto asimila las sustancias ajenas que como intrusas aparecen para causar ciertas reacciones que considera que en su normalidad no debieran suceder, por tanto las asimila y las hace suyas, se amolda y las amolda, resultado: Dejan de hacer el efecto deseado. Por tanto le diré que necesito rehabilitación, sea ésta pasiva o activa, y necesito también que hable con algún especialista a cerca de la regeneración de los nervios, y que el grupo de neurólogos que me llevan, dejen ya de darme multivitaminas y drogas y se pongan a la zaga de sus compañeros de otras clínicas u hospitales que en vez de usar paliativos buscan formas de combatir la degeneración.

Puede que todo esto parezca muy lioso y poco significativo. Pero no pretendía nada con este escrito, sólo plasmar el caos de sentimientos que atesoro con cautela y nerviosismo, yendo del cielo al infierno en décimas de segundo. Quizás estas líneas sean la vía de escape que me han servido para tratar de mantener la calma ante lo que se avecina.


2 comentarios:

famalap dijo...

Sentimientos que suelen bullir instantes antes de acudir a una cita especial. Ya más tranquila y seguro animada...dinos qué tal??? Espero que vengas con más buenas noticias que regulines EH????

Messaggero dijo...

Pues va a ser que no guapa. El médico no es nada optimista, como te dije si en la prueba de las corrientes y agujas hace unos meses no me veían anomalía alguna y ahora me la ven es que he empeorado y bastante. Me ha dicho que la función motora está dañada pero la sensitiva, la que produce el dolor, está muy mal. Eso también podría decirlo yo sin prueba por el dolor que tengo. Pero bueno me ha dicho que el único modo que tenemos de comprobar si ciertamente la neuropatía viene dada a consecuencia de la celiaquía es estar un mínimo de seis meses con la dieta de todo ( huevo lactosa soja gluten ) y si mejoro entonces podremos decir que así es. Está esperando a poder mostrarlo clínicamente para publicar la historia ( al parecer mi médico ya ha publicado algunas cosas en revistas y demás )y si no depende de la celiaquía entonces me enviarán a donde sea, Madrid, Santiago, donde sea y lo hará el propio hospital.

Un besote guapa.